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martes, 20 de julio de 2010

¿De qué hablamos cuando hablamos de edu-comunicación?

En los albores del siglo XXI se hace necesario plantearnos una educación para la comunicación a través de la cual le apostemos a la formación de ciudadanos críticos y usuarios activos de los medios de comunicación y de los sistemas de información.
La introducción de la comunicación y sus tecnologías como objeto de estudio es un fenómeno educativo del Siglo XX. Desde los años 70 hasta bien entrados los 90, el movimiento educomunicativa en Latinoamérica se articula alrededor de las figuras de Mario Kaplún, Jesús Martín Barbero y Daniel Prieto. Sin embargo este movimiento va perdiendo presencia a medida que se incorporan las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, como lo afirma Aparici “El desarrollo y ocaso del estudio de la comunicación en los ámbitos educativos entre los años 70 y fines de los 90 es inversamente proporcional a la expansión de las nuevas tecnologías y el desarrollo del paradigma economicista basado la globalización” (Aparici, 2002).
En este orden de ideas se hace necesario plantear una redefinición de la educomunicación del Siglo XXI, para poder aprender a conocer las dinámicas que se dan en el ciberespacio en estrecha conexión con lo que ocurre en los escenarios reales. Es decir conocer las diferentes dinámicas de organización social que se establecen en la red (Aparici, 2002).
La educación para la comunicación es un territorio que trasciende a la mera búsqueda de puentes entre la educación y la comunicación, aspira a dotar a la persona de las competencias expresivas imprescindibles para su normal desenvolvimiento comunicativo y para el desarrollo de su libertad. (García Matilla, 2002)
Según Chiriboga (2005), la educomunicación es “el estudio de los medios de comunicación y su influencia en las diferentes sociedades y culturas. Su objeto es introducir los medios de comunicación en la escuela, justamente para impulsar procesos de comprensión y transformación del papel colonizador de la educación y la comunicación”.
La educomunicación debe ser abordada interdisciplinariamente desde la educación y la comunicación. De acuerdo con Chiriboga (2005), en la interdisciplinariedad se debe considerar una dialéctica entre tres dimensiones:
Epistemológica: que tiene que ver con el nivel teórico, es decir con el plano científico de las diferentes disciplinas.
Pedagógica: la relación de las disciplinas en el plano de la enseñanza y la investigación. La dimensión pedagógica debe tener una verdadera base teórico- científica.
Social: resultado de las demandas de la sociedad. Los grupos sociales plantean de manera cada vez más frecuente temas de estudio que no puede ser estudiada o investigada exclusivamente desde una disciplina, por lo tanto, debe recibir un tratamiento multidisciplinar.
Según este autor los medios de comunicación son capaces de crear realidades a través del lenguaje que emplean, pero que no serán percibidas e interpretadas de la misma manera por personas pertenecientes a las distintas comunidades culturales. Es necesario recordar que la realidad es construida socialmente, los seres humanos percibimos e interpretamos la realidad a través de esquemas mentales que están condicionados por la cultura a la que pertenecemos. Esto plantea un reto a la educomunicación, pues es desde esta perspectiva donde se le deben proporcionar a los miembros de las diversas comunidades, las herramientas necesarias para que puedan percibir e interpretar esas realidades desde sus propios esquemas y categorías, posibilitando, así un enriquecimiento y desarrollo de su cultura.
Hasta la fecha, según Sierra Caballero (1997), la investigación en educomunicación se ha caracterizado por la ausencia de un sólido desarrollo teórico-metodológico del campo académico propio en su aplicación. La falta de una consistente reflexión global sobre la naturaleza compleja del saber y el conocimiento, que implica el problema de la comunicación y la educación ha limitado por lo general el estudio del campo en función de una perspectiva caracterizada por:
1. Una interpretación de su objeto de conocimiento como una cuestión de adecuación intermedia entre ambas disciplinas (comunicación y educación).
2. Escasa investigación teórica existente en el campo
3. El enfoque interdisciplinario de la comunicación y la educación manifiesta hoy un alcance insuficiente en su contribución al desarrollo del campo académico
4. Fragmentación progresiva de su objeto de estudio, en función de los requerimientos funcionales que demanda el sistema educativo o la industria cultural.
5. Ausencia de una mirada global sobre el objeto de estudio definido como Comunicación Educativa
El término educomunicación remite al uso educativo de los medios de información y comunicación (TICs). Es frecuente encontrar autores que no consideran en esta categoría a los medios tradicionales (radio, televisión, teléfono y correo), y en este sentido entienden el uso de las TICs, como el uso del computador, las redes de transmisión de datos, las plataformas para educación virtual existentes, la Internet, los medios de comunicación sincrónica y asincrónica tales como el Chat, el foro de discusión y el correo electrónico.

En nuestra realidad cultural, sin embargo, es importante considerar que los medios tradicionales siguen vigentes y tienen muchísimo mayor cubrimiento, comparado con el porcentaje aún tan bajo de personas con acceso a Internet, aunque no se puede negar, que cada día se observa una mayor democratización de los procesos de conectividad a través de los cafés Internet y de los planes de conexión a bajo costo. Podríamos decir que en el contexto colombiano actual, la radio, la televisión, y la prensa; el cine y el vídeo, e Internet ocupan en su orden lugares de importancia en el devenir social, cultural y educativo de nuestra nación. Son espacios de circulación permanente de información con las características propias de cada medio y en un proceso permanente de renovación.
La convergencia de medios es una realidad cada vez más palpable, que no podemos dejar de analizar, toda vez que nos obliga a pensar en la forma de diseñar, como lo señala García Matilla estrategias convergentes que incluyan educar en los lenguajes, educar en las tecnologías, educar en el juicio crítico y fomentar la producción de comunicaciones por parte de los propios usuarios (García Matilla, 2002)
La aldea global que describió visionariamente McLuhan, ese mundo conectado a través de medios electrónicos es una realidad indiscutible. Internet posiblemente sea el avance tecnológico con mayor impacto en la configuración del concepto de globalidad. No se trata únicamente de servir como medio de información y comunicación por sí mismo, sino que además ha abierto a otros medios como la radio, la prensa y el video un horizonte más allá de las fronteras territoriales. Anteriormente era necesario instalar equipos muy sofisticados para escuchar la señal de una emisora europea y solo por correo era posible tener acceso a los diarios impresos.

La red de redes ha cambiado en definitiva la dinámica de las comunicaciones y muy claramente las posibilidades de educar a través de los medios. El acceso a la información, no es nuestro problema actual, es más bien el encontrar las estrategias para manejar la avalancha de información que circula diariamente por todos los medios. Pero más importante aún ¿Qué hacer y cómo aprovechar educativamente estas posibilidades de manejar información de primerísima mano con los estudiantes de todos los niveles?

La virtualidad, esa idea que comenzó con la simulación de sensaciones reales a través de dispositivos visuales, auditivos y táctiles. Ha ampliado su espacio de significación a todas las posibilidades de relación no presencial en cualquier contexto (las transacciones bancarias, sin ir al banco, tomar un curso sin asistir a las aulas, etc.) flexibilizando el manejo del tiempo y el espacio.

En el contexto educativo la virtualidad se considera una modalidad de educación a distancia de tercera generación que permite el acto educativo, haciendo uso de nuevos métodos, técnicas, estrategias y medios, en una situación en la que alumnos y profesores se encuentran separados físicamente y sólo se relacionan de manera presencial ocasionalmente

La virtualidad se construye con la interacción que se provoca entre lo representado (comunicado) en el espacio electrónico y la interpretación que hace el usuario de esa representación gráfica. Esto es importante porque la comunicación así producida no puede ser considerada como irreal. Ésta representa en gran medida lo social, ya que son los elementos interpretativos producidos en un espacio social los que proporcionan al individuo el reconocimiento de la comunicación en el espacio electrónico

De acuerdo con Viedma Rojas (2002), las características y los efectos más importantes del espacio de comunicación electrónica serían:

1. Fusión del espacio público y privado de comunicación. Estos sistemas funden el espacio privado de producción-emisión con el público de transmisión-recepción. La inexistencia de barreras comunicativas en la Red hace de ésta un espacio espontáneo de creación de lo social. Excepto las comunicaciones privadas producidas en el correo electrónico y los sitios protegidos, todo el resto de las comunicaciones producidas en Internet son públicas.
2. La eliminación de relaciones jerárquicas en el espacio comunicativo. Es decir, en principio cualquier usuario tiene la misma capacidad para producir comunicación.
3. La eliminación de la variable temporal en las comunicaciones. Muchos espacios creados en la Red no tienen limitación temporal en la producción y recepción de la comunicación.
4. La inexistencia de relación física en la comunicación, es decir, ausencia de la relación cara a cara y del ambiente social (público) en el momento de la interacción comunicativa.
5. El texto como medio fundamental de comunicación. A diferencia de otros medios en los que lo visual se impone, las comunidades en la Red se comunican fundamentalmente a través de texto.


El espacio electrónico fue creado fundamentalmente con la intención de hacer posible la comunicación entre personas utilizando la computadora como medio, esa capacidad es la que definió su virtualidad original y esa misma virtualidad es la que se desarrolla con el crecimiento real de las comunicaciones entre usuarios. Las preguntas que nos podemos plantear es si la comunicación que se produce en el espacio electrónico ¿tiene el mismo efecto que produce la comunicación real?, ¿Qué efecto tienen en los mecanismos de difusión, significación e interacción de los modelos sociales?

Al abordar el fenómeno de las comunidades electrónicas, una de las cuestiones que podría centrar la reflexión es la capacidad de éstas para establecer redes sociales. De acuerdo con Viedma Rojas (2002) “Estas formas alternativas de vida electrónica son paradójicas en sí, ya que, mientras que la convivencia fuera de la Red de sus participantes camina en general, hacia un individualismo acentuado, el sentido de comunidad parece dirigir las relaciones en la Red”.

Los medios informáticos en general e Internet en particular han suscitado múltiples posturas que se adhieren desde dos posturas extremas. Por un lado se encuentran los defensores de una racionalidad moderna, que ven en Internet la representación ideal del progreso social, la panacea tecnológica provocadora de una transformación cultural y económica capaz de erradicar en el futuro las grandes desigualdades planetarias. Por el otro, están aquellos que consideran Internet como un medio que a través de la globalización, profundizará las diferencias que genera la dinámica económica de las grandes potencias, generará un proceso de homogenización social que acabará con la diversidad cultural planetaria.

Luz Estella Giraldo López
Escuela de Educación
UIS


Referencias

Aparici, R. (2002). La educomunicación a comienzos del siglo XXI. Disponible en Internet: http://www.scribd.com/doc/9635536/La-educomunicacion-en-el-siglo-XXI

Chiriboga, B. (2005). La educación para los medios. Nuestra Aldea. Disponible en Internet: http://www.nuestraldea.com/reflexiones/edu_p-medios.htm

García Mantilla, A. Educomunicación en el Siglo XXI. Disponible en Internet: http://www.uned.es/ntedu/asignatu/7_Agutin_G_MatillaI1.html

Sierra Caballero, F. (1997). El Objeto-Problema de la Comunicación Educativa De la interdisciplinariedad a la apertura compleja del campo de investigación. Rev. Electrónica Razón y palabra, julio 1997. Disponible en Internet: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/mcluhan/objeto.htm

Viedma Rojas, A. (2002). "Usenet": contadores de historias, creadores de identidades. Rev. NÓMADAS. 6, Julio-Diciembre.2002. Disponible en Internet:
http://www.ucm.es/info/nomadas/6/aviedma.htm

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