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martes, 20 de julio de 2010

Ambientes Virtuales de Aprendizaje (AVA)

Pensar en una educación fuera de los edificios escolares o universitarios, que llegue hasta el lugar donde se encuentran los alumnos, con currículos flexibles, centrada en el autoaprendizaje, la resolución de problemas el desarrollo de proyectos, el trabajo colaborativo, se ha convertido en un gran reto para el desarrollo de la sociedad actual, inscrita en lo que se ha denominado la sociedad del conocimiento, la aldea global, la sociedad en red. Reto que se debe asumir desde el sistema educativo con el concurso de todas las instancias para dar respuestas coherentes a las necesidades que plantea la formación de los jóvenes en el devenir del siglo XXI.

El impacto de las TIC en la sociedad actual es un hecho ampliamente registrado y documentado. Se han generado experiencias de utilización de las TIC para mejorar los procesos de aprendizaje, ampliar la cobertura y apostarle a una mejor calidad de la educación. Especialmente en el contexto de lo que se ha denominado la educación a distancia, recursos como el Internet están dinamizando procesos educativos ampliando la posibilidad de acceso a la educación superior a mayor numero de personas en todo el mundo, porque ya no es sólo una educación a distancia circunscrita a las regiones aledañas al centro que ofrece el servicio, sino que ha desbordado las fronteras entre países, ejemplo de ello son los cursos de pregrado y postgrado, los diplomados, las especializaciones, las maestrías y doctorados que se están ofreciendo desde diversas universidades del mundo.

Los ambientes virtuales de aprendizaje (AVA) se caracterizan por el empleo de recursos informáticos y de telecomunicaciones para brindar formación a distancia a las personas que por condiciones particulares no pueden desplazarse para recibir una formación presencial.

Las experiencias de educación virtual que se vienen realizando muestran posibilidades muy interesantes de formación en los niveles superiores en las modalidades presencial a distancia o mixta. La creación de ambientes virtuales de aprendizaje brinda posibilidades para compartir recursos, conocimientos, prácticas y experiencias que enriquecen la incorporación de nuevos conocimientos, pero para ello se hace necesaria una redefinición de los elementos que constituyen los procesos educativos (administrativos, curriculares, locativos y técnicos).

En cuanto a lo curricular es necesario pensar en un modelo de formación coherente con las condiciones de aprendizaje que se generan a partir del uso de recursos informáticos como los procesadores de texto y gráficos, los textos multimediales, e Internet con sus diversas posibilidades de interacción y comunicación.

El enfoque socioconstructivista inspirado en la teoría sociohistórica de Vygotsky ofrece un referente conceptual del aprendizaje coherente con la dinámica de interacción que se puede establecer en los AVA. La tesis fundamental de la obra de Vigotsky, es planteada por Moll en los siguientes términos: “la relación de los seres humanos y el mundo social es indisoluble; por lo tanto, el pensamiento humano no se puede reducir a propiedades o rasgos individuales; el pensamiento siempre esta mediatizado, distribuido entre las personas, los artefactos, las actividades y los entornos. Los seres humanos piensan con los artefactos de la cultura, especialmente con la ayuda del habla oral y escrita.” (Moll, 1997: 50-51)

Un rasgo característico de la sociedad del conocimiento es la presencia de las TIC en todos los ámbitos de la vida, generando una dinámica de intercambio de información permanente, flexible y fluida. De esta manera se ve claramente como el conocimiento se distribuye entre grupos e individuos que ya no necesariamente están próximos, sino que pueden encontrarse a kilómetros de distancia. El aprendizaje se genera en la interacción con otros a través de mediadores tecnológicos como las TIC. En este sentido el modelo de formación implícito en los AVA deben descansar sobre una concepción de comunidad de aprendizaje que permita al estudiante a aprender con otros en un proceso de construcción critica y analítica del conocimiento.

Para Vygotsky el aprendizaje es un proceso de internalización, es decir, una reconstrucción interna por parte del sujeto de una operación externa ocurrida en su entorno social. Lo que el individuo internaliza son las experiencias sociales que se generan en las interacciones con los otros. El aprendizaje es por lo tanto primero social y después individual (Vygotsky, 1989:94). Mediante las actividades realizadas colectivamente el individuo aprende a utilizar los instrumentos y prácticas propias de su grupo social, lo cual implica una triple transformación: la primera se refiere al funcionamiento intelectual del individuo y de su capacidad para participar efectivamente en la actividad; la segunda está referida a las transformaciones que ocurren en determinadas situaciones por las acciones de los participantes; y la tercera tiene que ver con los instrumentos y las practicas adaptadas y utilizadas en actividades concretas. Castorina sintetiza así la tesis de Vygotsky a este respecto: “la cultura suministra a los individuos los sistemas simbólicos de representación y sus significados, que se convierten en organizadores del pensamiento, es decir, en instrumentos aptos para representar la realidad” (Castorina, 1996:29)

Un aspecto fundamental en el proceso de aprendizaje ya sea presencial o virtual, es el papel del docente. De acuerdo con Vygotsky los miembros más maduros del grupo social actúan como mediadores entre la cultura y el individuo promoviendo procesos interpsicológicos (entre sujetos) que serán posteriormente internalizados por el sujeto. Dentro de este contexto, los actores del proceso de aprendizaje redefinen sus roles; los profesores y sus alumnos conjuntamente, se convierten en constructores activos de conocimiento. Al profesor le corresponde fundamentar su enseñanza en un conocimiento puntual de lo que los alumnos ya saben, de sus intereses y expectativas de aprendizaje, a fin de dirigir las actividades hacia logros que sean significativos para sus alumnos. De este modo se reconoce el papel preponderante del componente dialógico entre el docente y alumno en el proceso de formación de conceptos.

En el caso de los AVA el papel de mediador es fundamental para generar experiencias de aprendizaje constructivo, y crear espacios de participación, intercambio de conocimiento e interacción social. La idea de mediador del aprendizaje, le otorga otra dimensión al papel del educador y modifica la dinámica de la enseñanza. Si el profesor participa como apoyo en el proceso constructivo del alumno, es muy importante que ese apoyo esté debidamente ajustado a las necesidades de éste para que realmente pueda movilizar y activar sus conocimientos.

El proceso de contrucción del conocimiento no puede realizarse en solitario, aquí el papel preponderante lo tiene la interacción social. La enseñanza se asume como un proceso conjunto, compartido, en el que el alumno, gracias a la ayuda que recibe del profesor/tutor o de los pares, progresivamente va alcanzando la competencia y autonomía en la resolución de problemas, y en el nivel de conceptualización. Mauri lo expresa claramente: “La actividad que el alumno despliega en la construcción de los conocimientos no puede llevarse a cabo de manera solitaria debido precisamente a la naturaleza de los saberes culturales. El alumno necesita del concurso de otros que le ayuden en el proceso de representación y atribución de significados”. (Mauri, 1996:75)

El concepto de mediación en esta teoría se extiende igualmente a las herramientas y los signos propios de la cultura, los cuales actúan como mediatizadores de la conducta humana. Vygotsky establece una clara diferencia entre ellos. Para él la herramienta es externa al sujeto, está orientada a la actividad sobre los objetos, hacia la transformación de la realidad física y social, al dominio de la naturaleza. El signo no cambia nada del objeto, su actividad es interna, busca el dominio, la autorregulación de la propia conducta. Ambas son actividades mediatas y están estrechamente relacionadas (Vygotsky, 1989).

La interacción del hombre con su ambiente ocurre a través del uso de los instrumentos, recursos, artefactos y símbolos culturales; entre estos instrumentos el lenguaje tanto oral como escrito juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo. El uso de estos artefactos culturales no sólo es fundamental como mediador en las interacciones sociales, sino que además genera entornos sociales donde se promueve el desarrollo intelectual (Moll, 1997). En este sentido es importante capitalizar las posibilidades que brindan los AVA al conjugar la mediación humana, con la de las herramientas y los símbolos, para el diseño de objetos didácticos coherentes con los procesos de construcción del conocimiento, el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje significativo y la resolución de problemas.

La ayuda eficiente debe conjugar dos aspectos fundamentales: (1) Debe tener en cuenta los esquemas de conocimiento del alumno, y (2) debe provocar desafíos que permitan cuestionar y modificar los significados. Esto supone que se le planteen al alumno retos que pueda abordar y resolver por sí mismo o con el apoyo de sus pares y del profesor. La idea implícita en la construcción conocimiento, que es importante considerar cuando se están diseñando los objetos de aprendizaje para los AVA, es que el aprender equivale a elaborar una representación personal del contenido objeto de aprendizaje. Esta representación se realiza desde los conocimientos que ya tiene el que aprende y que le sirven para enganchar el nuevo contenido. Por lo tanto los materiales que se presenten a los estudiantes de un curso virtual deben generar posibilidades para que sondeen sus conocimientos previos sobre el tema y que los pueda discutir con el grupo a través de las herramientas que ofrece la plataforma. La relación entre contenidos previos y nuevos requiere de un proceso activo del sujeto, lo cual le permitirá reorganizar y enriquecer el conocimiento. En este sentido el aprendizaje cobra real importancia y se centra en la idea del aprender a aprender y del aprender a pensar.

Finalmente, un aspecto del currículo muy importante y que es fundamental considerar en los AVA es la evaluación. Si hemos planteado la importancia de redefinir los roles del profesor y del alumno, y la dinámica misma del proceso de enseñanza y aprendizaje se hace necesario, igualmente, un cambio en la concepción de la evaluación. El aprender a aprender implica el desarrollo y la adquisición de procedimientos de autorregulación como un componente del proceso de construcción de significados.


Luz Estella Giraldo Lopez
Escuela de Educación
UIS



Referencias

Castorina, J.A. (1996). El debate Piaget - Vigotsky: la búsqueda de un criterio para su evaluación. En J. A. Castorina, E. Ferreiro, M. Kohl de O. y D. Lerner. Piaget-Vygotsky: contribuciones para plantear el debate (pp. 9-44.). Buenos Aires: Paidós.

Mauri, T. (1996). ¿Que hace que el alumno y la alumna aprendan los contenidos escolares? La naturaleza activa y constructiva del conocimiento. En C. Coll, et al. El Constructivismo en el aula (pp. 65-99). Barcelona: Gaviota.


Moll, L.C. (1997) “Vygotski, la educación y la cultura en acción” En: Alvarez, Amelia (editora) Hacia un currículum cultural; la vigencia de Vigotski en la educación. Madrid:Fundación Infancia y Aprendizaje. pp 39-53

Vygotski. L.S. (1989). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Grijalbo.

¿De qué hablamos cuando hablamos de edu-comunicación?

En los albores del siglo XXI se hace necesario plantearnos una educación para la comunicación a través de la cual le apostemos a la formación de ciudadanos críticos y usuarios activos de los medios de comunicación y de los sistemas de información.
La introducción de la comunicación y sus tecnologías como objeto de estudio es un fenómeno educativo del Siglo XX. Desde los años 70 hasta bien entrados los 90, el movimiento educomunicativa en Latinoamérica se articula alrededor de las figuras de Mario Kaplún, Jesús Martín Barbero y Daniel Prieto. Sin embargo este movimiento va perdiendo presencia a medida que se incorporan las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, como lo afirma Aparici “El desarrollo y ocaso del estudio de la comunicación en los ámbitos educativos entre los años 70 y fines de los 90 es inversamente proporcional a la expansión de las nuevas tecnologías y el desarrollo del paradigma economicista basado la globalización” (Aparici, 2002).
En este orden de ideas se hace necesario plantear una redefinición de la educomunicación del Siglo XXI, para poder aprender a conocer las dinámicas que se dan en el ciberespacio en estrecha conexión con lo que ocurre en los escenarios reales. Es decir conocer las diferentes dinámicas de organización social que se establecen en la red (Aparici, 2002).
La educación para la comunicación es un territorio que trasciende a la mera búsqueda de puentes entre la educación y la comunicación, aspira a dotar a la persona de las competencias expresivas imprescindibles para su normal desenvolvimiento comunicativo y para el desarrollo de su libertad. (García Matilla, 2002)
Según Chiriboga (2005), la educomunicación es “el estudio de los medios de comunicación y su influencia en las diferentes sociedades y culturas. Su objeto es introducir los medios de comunicación en la escuela, justamente para impulsar procesos de comprensión y transformación del papel colonizador de la educación y la comunicación”.
La educomunicación debe ser abordada interdisciplinariamente desde la educación y la comunicación. De acuerdo con Chiriboga (2005), en la interdisciplinariedad se debe considerar una dialéctica entre tres dimensiones:
Epistemológica: que tiene que ver con el nivel teórico, es decir con el plano científico de las diferentes disciplinas.
Pedagógica: la relación de las disciplinas en el plano de la enseñanza y la investigación. La dimensión pedagógica debe tener una verdadera base teórico- científica.
Social: resultado de las demandas de la sociedad. Los grupos sociales plantean de manera cada vez más frecuente temas de estudio que no puede ser estudiada o investigada exclusivamente desde una disciplina, por lo tanto, debe recibir un tratamiento multidisciplinar.
Según este autor los medios de comunicación son capaces de crear realidades a través del lenguaje que emplean, pero que no serán percibidas e interpretadas de la misma manera por personas pertenecientes a las distintas comunidades culturales. Es necesario recordar que la realidad es construida socialmente, los seres humanos percibimos e interpretamos la realidad a través de esquemas mentales que están condicionados por la cultura a la que pertenecemos. Esto plantea un reto a la educomunicación, pues es desde esta perspectiva donde se le deben proporcionar a los miembros de las diversas comunidades, las herramientas necesarias para que puedan percibir e interpretar esas realidades desde sus propios esquemas y categorías, posibilitando, así un enriquecimiento y desarrollo de su cultura.
Hasta la fecha, según Sierra Caballero (1997), la investigación en educomunicación se ha caracterizado por la ausencia de un sólido desarrollo teórico-metodológico del campo académico propio en su aplicación. La falta de una consistente reflexión global sobre la naturaleza compleja del saber y el conocimiento, que implica el problema de la comunicación y la educación ha limitado por lo general el estudio del campo en función de una perspectiva caracterizada por:
1. Una interpretación de su objeto de conocimiento como una cuestión de adecuación intermedia entre ambas disciplinas (comunicación y educación).
2. Escasa investigación teórica existente en el campo
3. El enfoque interdisciplinario de la comunicación y la educación manifiesta hoy un alcance insuficiente en su contribución al desarrollo del campo académico
4. Fragmentación progresiva de su objeto de estudio, en función de los requerimientos funcionales que demanda el sistema educativo o la industria cultural.
5. Ausencia de una mirada global sobre el objeto de estudio definido como Comunicación Educativa
El término educomunicación remite al uso educativo de los medios de información y comunicación (TICs). Es frecuente encontrar autores que no consideran en esta categoría a los medios tradicionales (radio, televisión, teléfono y correo), y en este sentido entienden el uso de las TICs, como el uso del computador, las redes de transmisión de datos, las plataformas para educación virtual existentes, la Internet, los medios de comunicación sincrónica y asincrónica tales como el Chat, el foro de discusión y el correo electrónico.

En nuestra realidad cultural, sin embargo, es importante considerar que los medios tradicionales siguen vigentes y tienen muchísimo mayor cubrimiento, comparado con el porcentaje aún tan bajo de personas con acceso a Internet, aunque no se puede negar, que cada día se observa una mayor democratización de los procesos de conectividad a través de los cafés Internet y de los planes de conexión a bajo costo. Podríamos decir que en el contexto colombiano actual, la radio, la televisión, y la prensa; el cine y el vídeo, e Internet ocupan en su orden lugares de importancia en el devenir social, cultural y educativo de nuestra nación. Son espacios de circulación permanente de información con las características propias de cada medio y en un proceso permanente de renovación.
La convergencia de medios es una realidad cada vez más palpable, que no podemos dejar de analizar, toda vez que nos obliga a pensar en la forma de diseñar, como lo señala García Matilla estrategias convergentes que incluyan educar en los lenguajes, educar en las tecnologías, educar en el juicio crítico y fomentar la producción de comunicaciones por parte de los propios usuarios (García Matilla, 2002)
La aldea global que describió visionariamente McLuhan, ese mundo conectado a través de medios electrónicos es una realidad indiscutible. Internet posiblemente sea el avance tecnológico con mayor impacto en la configuración del concepto de globalidad. No se trata únicamente de servir como medio de información y comunicación por sí mismo, sino que además ha abierto a otros medios como la radio, la prensa y el video un horizonte más allá de las fronteras territoriales. Anteriormente era necesario instalar equipos muy sofisticados para escuchar la señal de una emisora europea y solo por correo era posible tener acceso a los diarios impresos.

La red de redes ha cambiado en definitiva la dinámica de las comunicaciones y muy claramente las posibilidades de educar a través de los medios. El acceso a la información, no es nuestro problema actual, es más bien el encontrar las estrategias para manejar la avalancha de información que circula diariamente por todos los medios. Pero más importante aún ¿Qué hacer y cómo aprovechar educativamente estas posibilidades de manejar información de primerísima mano con los estudiantes de todos los niveles?

La virtualidad, esa idea que comenzó con la simulación de sensaciones reales a través de dispositivos visuales, auditivos y táctiles. Ha ampliado su espacio de significación a todas las posibilidades de relación no presencial en cualquier contexto (las transacciones bancarias, sin ir al banco, tomar un curso sin asistir a las aulas, etc.) flexibilizando el manejo del tiempo y el espacio.

En el contexto educativo la virtualidad se considera una modalidad de educación a distancia de tercera generación que permite el acto educativo, haciendo uso de nuevos métodos, técnicas, estrategias y medios, en una situación en la que alumnos y profesores se encuentran separados físicamente y sólo se relacionan de manera presencial ocasionalmente

La virtualidad se construye con la interacción que se provoca entre lo representado (comunicado) en el espacio electrónico y la interpretación que hace el usuario de esa representación gráfica. Esto es importante porque la comunicación así producida no puede ser considerada como irreal. Ésta representa en gran medida lo social, ya que son los elementos interpretativos producidos en un espacio social los que proporcionan al individuo el reconocimiento de la comunicación en el espacio electrónico

De acuerdo con Viedma Rojas (2002), las características y los efectos más importantes del espacio de comunicación electrónica serían:

1. Fusión del espacio público y privado de comunicación. Estos sistemas funden el espacio privado de producción-emisión con el público de transmisión-recepción. La inexistencia de barreras comunicativas en la Red hace de ésta un espacio espontáneo de creación de lo social. Excepto las comunicaciones privadas producidas en el correo electrónico y los sitios protegidos, todo el resto de las comunicaciones producidas en Internet son públicas.
2. La eliminación de relaciones jerárquicas en el espacio comunicativo. Es decir, en principio cualquier usuario tiene la misma capacidad para producir comunicación.
3. La eliminación de la variable temporal en las comunicaciones. Muchos espacios creados en la Red no tienen limitación temporal en la producción y recepción de la comunicación.
4. La inexistencia de relación física en la comunicación, es decir, ausencia de la relación cara a cara y del ambiente social (público) en el momento de la interacción comunicativa.
5. El texto como medio fundamental de comunicación. A diferencia de otros medios en los que lo visual se impone, las comunidades en la Red se comunican fundamentalmente a través de texto.


El espacio electrónico fue creado fundamentalmente con la intención de hacer posible la comunicación entre personas utilizando la computadora como medio, esa capacidad es la que definió su virtualidad original y esa misma virtualidad es la que se desarrolla con el crecimiento real de las comunicaciones entre usuarios. Las preguntas que nos podemos plantear es si la comunicación que se produce en el espacio electrónico ¿tiene el mismo efecto que produce la comunicación real?, ¿Qué efecto tienen en los mecanismos de difusión, significación e interacción de los modelos sociales?

Al abordar el fenómeno de las comunidades electrónicas, una de las cuestiones que podría centrar la reflexión es la capacidad de éstas para establecer redes sociales. De acuerdo con Viedma Rojas (2002) “Estas formas alternativas de vida electrónica son paradójicas en sí, ya que, mientras que la convivencia fuera de la Red de sus participantes camina en general, hacia un individualismo acentuado, el sentido de comunidad parece dirigir las relaciones en la Red”.

Los medios informáticos en general e Internet en particular han suscitado múltiples posturas que se adhieren desde dos posturas extremas. Por un lado se encuentran los defensores de una racionalidad moderna, que ven en Internet la representación ideal del progreso social, la panacea tecnológica provocadora de una transformación cultural y económica capaz de erradicar en el futuro las grandes desigualdades planetarias. Por el otro, están aquellos que consideran Internet como un medio que a través de la globalización, profundizará las diferencias que genera la dinámica económica de las grandes potencias, generará un proceso de homogenización social que acabará con la diversidad cultural planetaria.

Luz Estella Giraldo López
Escuela de Educación
UIS


Referencias

Aparici, R. (2002). La educomunicación a comienzos del siglo XXI. Disponible en Internet: http://www.scribd.com/doc/9635536/La-educomunicacion-en-el-siglo-XXI

Chiriboga, B. (2005). La educación para los medios. Nuestra Aldea. Disponible en Internet: http://www.nuestraldea.com/reflexiones/edu_p-medios.htm

García Mantilla, A. Educomunicación en el Siglo XXI. Disponible en Internet: http://www.uned.es/ntedu/asignatu/7_Agutin_G_MatillaI1.html

Sierra Caballero, F. (1997). El Objeto-Problema de la Comunicación Educativa De la interdisciplinariedad a la apertura compleja del campo de investigación. Rev. Electrónica Razón y palabra, julio 1997. Disponible en Internet: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/mcluhan/objeto.htm

Viedma Rojas, A. (2002). "Usenet": contadores de historias, creadores de identidades. Rev. NÓMADAS. 6, Julio-Diciembre.2002. Disponible en Internet:
http://www.ucm.es/info/nomadas/6/aviedma.htm